Rom Houben, un ciudadano belga de 46 años, sufrió un accidente de coche hace 23 años por el que quedó paralizado y en coma. Su estado vegetativo persistente estuvo mal diagnosticado. Durante todo ese tiempo, Rom se dio cuenta de todo lo que acontecía a su alrededor.
Aunque médicos y enfermeras pensaban que su conciencia había quedado "extinguida" no fue así y tuvo que esperar 20 años a que su estado fuera correctamente diagnosticado. Ahora su caso ha visto la luz por la publicación de un artículo científico publicado por el hombre que lo salvó.
Hasta llegar a este momento, Rom ha sufrido mucho. Sin poder comunicarse con sus padres y amigos que acudían a visitarle, tuvo que esperar 20 años, para que tras un examen neurológico desarrollado por la Universidad de Lieja, la verdad saliese a la luz. El cuerpo de Rom solo estaba paralizado pero su cerebro aún funcionaba con total normalidad.
Desde ese momento, su vida ha cambiado radicalmente. Ahora puede contestar mensajes a través de un ordenador y hasta leer libros gracias a un dispositivo que tiene instalado encima de su cama.
Echando la vista atrás, Rom recuerda que cuando se despertó después del accidente sintió que había perdido el control de su cuerpo. "Grité, pero no había nada que escuchar", recoge el diario The Telegraph. A partir de ese momento, se convirtió en testigo de su propio sufrimiento hasta que renunció a toda esperanza de que su situación cambiara.
"Nunca olvidaré el día en que descubrieron lo que realmente me pasaba". Fue para Rom como volver a nacer. Todo ese tiempo solo, soñaba con una vida mejor. Frustración es una palabra pequeña para describir como se sentía.
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