“He tenido mucha suerte en mi carrera y en mi vida. He hecho todo lo que podía hacer”, confió el legendario creador a su biógrafo poco antes de su muerte, el pasado 5 de octubre a los 56 años
“Exijo a la gente la perfección, que es lo yo persigo”, explicó Jobs a Isaacson en una de las 40 entrevistas que mantuvieron entre 2009 y 2011.
En agosto, el genio de Apple todavía creía tener tiempo y confió a Isaacson: ...“Sé que habrá muchas cosas en su libro que no me gustarán. Lo leeré dentro de un año si todavía estoy aquí”.
“A veces creo en Dios y a veces no. Creo que es un 50 y 50. Quizas porque quiero creer en una vida después de la muerte”, señala en otro pasaje.
Entre sus planes, Jobs tenía el de crear una televisión Apple “muy fácil de usar” e “integrada con todos los otros aparatos” que había desarrollado, con el objetivo final de hacer con la TV lo que había hecho con los ordenadores, los aparatos para escuchar música y los telefonos”.
También quería destruir Android, el teléfono inteligente de Google al que consideraba un “robo” del iPhone.
“Lucharé hasta mi último aliento y gastaré cada centavo de los 40.000 millones de Apple en el banco para rectificar eso. Voy a destruir Android porque es un producto robado. Estoy preparado para una guerra termonuclear”, prometía.
En cuestiones políticas, se decía “desilusionado” por el presidente Barack Obama, aunque en febrero pasado le había dicho durante una cena que estaba listo para hacer lo que éste le pidiese para ayudar a Estados Unidos.
Como jefe, era terrible, “uno de lo peores en el mundo”, según su biógrafo. “Podía ser muy duro, ya sea con una camarera o un programador que había trabajador toda la noche. Era capaz de decirles ‘lo que usted hace no sirve para nada’”, cuenta Isaacson.
Riquísimo, Jobs desconfiaba del dinero: “He visto mucha gente en Apple que era simpatica y simple y que cuando se volvió rica compró Rolls Royce, casas. Se volvieron extraños. Me prometí que no dejaré que el dinero arruine mi vida”.
Según narró Isaacson, Jobs le dijo en una entrevista que respetaba a Zuckerberg por negarse a vender Facebook cuando tuvo oportunidad y volcarse en hacer una empresa que domina ahora el sector de las redes sociales.
“(Todos) hablamos de redes sociales en plural pero no veo a ninguna otra más que Facebook ahí fuera. Es solo Facebook. Ellos controlan esto”, comentó Jobs que valoraba el carácter de Zuckerberg.
“Solo lo conozco un poco, pero lo admiro por no vender, por querer hacer una empresa. Admiro mucho eso”, explicó Jobs, cuyo aprecio era correspondido por el cofundador de Facebook.
“Steve, gracias por ser un mentor y un amigo. Gracias por mostrar que lo que construyes puede cambiar el mundo. Te echaré de menos”, manifestó Zuckerberg tras conocerse la muerte del padre del iPhone.
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