Larry Richardson pasó una década erigiendo con sus propias manos una copia de 50 metros de largo. Lo hizo para atravesar un arroyo en su granja de Kansas.
Noventa toneladas de hormigón en 50 metros de largo son algunas de las características que posee una réplica del famoso puente Golden Gate. Pero la copia no se hizo en San Francisco sino en Mulvane, Kansas, donde un veterano de la guerra de Vietnam quería darse el gusto de cruzar un arroyo de su granja en este puente.
Tras 11 años Larry Richardson logró llevar a cabo su obra maestra.
La construcción de la réplica casera le costó unos US$ 5.000, mientras que la original del Golden Gate se fue hasta los US$ 35 millones cuando se terminó en 1937.
Richardson se hizo de sus propios materiales. Utilizó un viejo puente de madera para las torres, los cables provinieron de una vieja torre de perforación y los tirantes fueron rescatados de un antiguo Boeing. Está hecho 100% a mano. Incluso construyó una grúa para levantar las torres. A diferencia del original, prefirió el color dorado en vez del rojo.
El puente es ahora una de las atracciones más populares de las carreteras de Kansas. Tanto él como su mujer se sienten felices de recibir a los visitantes. "Una pareja, incluso, utilizó el pequeño puente como la ubicación de una propuesta de matrimonio y Larry, que es un romántico empedernido", cuenta su esposa al San Francisco Chronicle.
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