El deseo sexual se produce a partir de la compleja interacción de determinados centros cerebrales, hormonas, factores psicológicos y estímulos externos. Con frecuencia la rutina, el tiempo y el cansancio resultan los peores enemigos en una relación. Sigue estos consejos y mantén viva la llama del deseo.
Pasos
1. Relájate y goza
La genitalidad es una actividad física y mental. Por eso será necesario que te distiendas y concentres tus pensamientos en la situación. Si en el momento del sexo tu mente está ocupada con rutinas diarias, conflictos cotidianos, problemas financieros, te será casi imposible incrementar el deseo sexual.
2. Juega el “juego previo”
La estimulación previa a la penetración, con besos y caricias es fundamental. Pon atención en toda la extensión de su cuerpo y no sólo en sus genitales, siempre cuidando que tus movimientos sean lentos y sutiles. No tengas ni manifiestes apuro por “pasar” a la penetración.
3. Hazle un masaje enérgico
Suele resultar altamente favorecedor como acrecentador del deseo, permitiendo restablecer el vigor muscular que es primordial para mantener relaciones sexuales satisfactorias. Utiliza cualquier crema o bien el aceite de bebé. Puedes innovar con aceites aromáticos para masajes, velas y música funcional, estimulando más de un sentido.
4. Evita la rutina en la habitación
La actividad sexual realizada siempre de la misma forma, a la misma hora, en el mismo lugar suele matar el interés y atenuar el deseo sexual. Crea nuevas formas de seducción para no dejar de sorprender a tu pareja, como también a ti mismo.
5. Si sabes lo que quieres, ve por ello
Si estás seguro de lo que te gusta con respecto al placer sexual búscalo con tu partenaire. Cada miembro de la pareja debe investigar qué es lo que le agrada para poder compartirlo. La comunicación para ello es la clave. Así, entre más clara sea la búsqueda, más placentera será la actividad sexual.
6. Usa tu creatividad para innovar con cosas excitantes
Visita tiendas eróticas. Allí podrás conseguir “juguetes” muy interesantes como anillos para el pene, azotes, disfraces, videos, entre otros. No te avergüences. Anímate y proponlo.
7. Recurre a los “afrodisíacos”
Los afrodisíacos suelen funcionar estimulando los sentidos (vista, tacto, gusto, olfato y oído), acrecentando el deseo sexual. Experimenta tú mismo con algunos de ellos como el apio, las avellanas, la nuez, el pistacho, el aguacate, las frambuesas, las cerezas, el chocolate, la miel y la menta. No todas las personas son sensibles a las mismas sustancias. Pruébalas e investiga.
Importante
• El deseo sexual es algo que sólo tú sabes cómo incentivar. Para ello es indispensable que te conozcas y sepas qué es lo que realmente te excita sin pudores ni prejuicios.
• En esa búsqueda también está implicada tu pareja, por lo que es importante que descubras y le consultes qué es lo que desea, sin dejar de poner toda tu creatividad, sensualidad y predisposición para el placer.
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