na profesora de inglés de Alepo se convirtió en una experta francotiradora luego de que las tropas de Bashar Al Assad asesinaran a sus hijos de 7 y 10 años. Conozca su historia.
En Alepo, la ciudad más grande de Siria, la conocen como “la mujer francotiradora”, pero pocos saben que meses atrás la fémina de 36 años, que adoptó su nombre de guerra en honor al guerrillero argentino, trabajaba como profesora de inglés en una escuela secundaria.
Aunque admite que siempre se opuso al régimen de Bashar Al Assad desde sus días de estudiante universitaria, Guevara decidió unirse a los rebeldes luego de que un ataque aéreo dirigido por las tropas del Gobierno terminara con la vida de sus dos hijos, uno de 7 años y otro de 10.
Vestida con una campera impermeable, guantes de goma y zapatos de taco, la mujer suele ocultarse entre los escombros, aguardando el momento de tener en la mira al enemigo: las Fuerzas Armadas de Siria.
En uno de los países islámicos más conservadores y represivos respecto a los derechos de la mujer, Guevara lidera un grupo de 30 combatientes, todos hombres, y se declara feliz en ese nuevo rol.
“Me gusta combatir. Cuando veo que uno de mis compañeros es asesinado, siento que debo levantar mi arma y tomar revancha”, declaró Guevara al diario británico Telegraph y admitió que ya abatió a cinco soldados en diversos intentos del Ejército por tomar la ciudad.
Sin embargo, a pesar de su actitud de mujer dura, Guevara confiesa que a veces se despierta en medio de la noche llorando con toda su fuerza por sus hijos y por el horror que vive constantemente.
Guevara sostiene que en los últimos meses ha visto más de 100 cuerpos y en varias ocasiones estuvo a punto de morir por ataques enemigos, incluso la vez que explotó una bomba al lado del auto donde viajaba.
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