El presidente palestino, Mahmud Abas, llegará el martes a París para izar ante la sede de la UNESCO la bandera palestina, un mes después de que Palestina fuera admitida como miembro de esta agencia de la ONU, en un voto que desató la ira y las represalias de estadounidenses e israelíes.
"Es una ceremonia simbólica, que se celebra cada vez que se adhiere un nuevo miembro", indicó la UNESCO. Las banderas se izan en el exterior de la agencia de Naciones Unidas en las grandes ocasiones, como los consejos ejecutivos o la conferencia general del organismo.
"El presidente Abas quiere demostrar la importancia que da a la UNESCO. Y es la primera vez que la bandera ondeará en la sede de una institución de la ONU", explica un responsable palestino.
Por el momento la candidatura palestina para integrarse en la ONU sigue bloqueada en el Consejo de Seguridad.
El pasado 31 de octubre los palestinos lograron una victoria diplomática de gran fuerza simbólica en su lucha por el reconocimiento del Estado palestino, al convertirse en el país número 195 de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Sólo 14 países de la Conferencia General se opusieron a su entrada.
El ingreso es efectivo desde finales de noviembre, cuando Palestina firmó el Acta Constitutiva de la UNESCO.
El voto disgustó a Estados Unidos, que considera que la adhesión de los palestinos a las organizaciones internacionales no puede hacerse antes de firmar un acuerdo de paz con Israel.
Washington anunció en consecuencia la suspensión del financiamiento de la UNESCO, siguiendo dos leyes estadounidenses que prohíben a la Casa Blanca financiar una agencia de la ONU que reconozca a los palestinos como Estado.
Esa decisión privará a la organización del 22% de su presupuesto, lo que supone unos 65 millones de dólares en 2011 y otros 143 millones de dólares en 2012-2013.
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, ya anunció un plan de recortes sustanciales, aunque algunos países prometieron contribuciones excepcionales, como Indonesia (10 millones de dólares) y Gabón (2 millones de dólares).
Tras el voto de admisión, Israel anunció una aceleración del proceso de colonización en Jerusalén Este y en Cisjordania y un bloqueo del traspaso de fondos a la Autoridad Palestina que preside Mahmud Abas.
Pero finalmente el Estado hebreo cedió a la presión internacional y desbloqueó los fondos, que representan dos tercios de los ingresos propios de la Autoridad, provenientes de los aranceles aduaneros y del IVA que se recauda sobre las mercancías destinadas a los palestinos que transitan por Israel.
La adhesión de Palestina a la UNESCO no tuvo por el momento consecuencias en su lucha por integrarse a la ONU, un objetivo difícil pero al que la Autoridad Palestina no quiere renunciar.
Según varios expertos, los dirigentes palestinos se abstendrán de pedir una votación en el Consejo de Seguridad mientras no estén seguros de contar con 9 de los 15 votos necesarios para su candidatura, lo que obligaría a Estados Unidos a oponer su veto.
A pesar de la dificultad, Abas reafirmó el pasado 5 de diciembre que Palestina seguiría su camino en el Consejo de Seguridad.
El líder palestino tiene previsto el martes, tras la ceremonia de izada de la bandera, entrevistarse en París con el presidente francés Nicolas Sarkozy, antes de viajar a Londres y Ankara.
Francia votó de forma inesperada a favor de la admisión de Palestina en la UNESCO
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