La estación de tiburones en Bahamas estuvo bajo ataque, pero no por algún monstruoso tiburón, un gran bicho a 8.500 pies bajo el mar. Científicos notaron que una cámara no estaba funcionando y cuando fueron a inspeccionar hallaron una marca de dientes en uno de los cables de un sistema de cámaras bajo el agua.
Según publica el diario Dailymail, Edd Brooks echó un vistazo más de cerca a los cables y encontró marcas de dientes que parecían ser de un crustáceo enorme.
"La verdad era aún más extraño: fuí atacado por una cochinilla submarina de más de 30 cm de largo. Y nada más y nada menos que con las mandíbulas bien afiladas", dijo Brooks.
Fue un ataque de un Bathynomus. La bestia vive normalmente 8.500 pies bajo el agua. Llamado Giganteus Bathynomus, es un primo de gran tamaño de una humilde cochinilla. Sus piernas están dispuestas en siete pares, y sus dos delanteras son capaces de manipular y llevar comida a sus cuatro juegos de mandíbulas.
Es un carroñero que se alimenta de ballenas muertas, peces y camarones. Esta especie es abundante en aguas frías y profundas de los océanos Atlántico y Pacífico, y es un buen ejemplo de gigantismo en alta mar.
Muchos crustáceos e invertebrados de aguas profundas tienden a ser más grandes que sus contrapartes de aguas poco profundas. Aún no se sabe si esto es debido a la temperatura más fría, una presión más alta o más escasos recursos alimenticios.
Los ataques son raros, pero esta especie es relativamente común en el Golfo de México. La mayoría de los especímenes son alrededor de 30 cms de largo, pero algunos pueden llegar a ser de hasta más de 70 cms de largo.
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